14 de septiembre de 2025
Estrés

Muchas veces sentimos dolor inexplicable en partes del cuerpo como en hombros, cabeza, espalda incluso pantorrillas y pies. Pero… ¿porqué nos duele más cuando nos estresamos?

Por ejemplo cuando estás en alguna situación laboral importante como entrega de información en cierto periodo de tiempo, cuándo esperas una fecha importante como un examen o incluso al revés cuando ya pasó todo el problema e inicias con dolores extraños… la culpa es… el estrés… y tu mente.

Así es, estudios con ratas realizados en el 2020 en la BUAP concluyen que según el tipo de comportamiento del ser o en este caso de la persona, el estrés puede influir en comportamientos negativos tanto físicos como mentales. Dependiendo de si la persona es aprensiva o no.  

En el estudio toman dos grupos muestras de ratas, los que bostezaban más de 20 veces por hora las cuales les llamaremos las rejaladas y los que solo bostezaban tan solo 2 veces por hora los cuales les llamaremos las ratas que están más alerta. El estudio menciona que a las ratas las estresaban con un estímulo doloroso en la cola y estudiaban su actividad conductual de estrés.

Donde el grupo de ratas que tienden a estar más alerta tienen una mayor predisposición a ser más aprensivos y temerle a lo que puede pasar mientras que las ratas relajadas o sea las que bostezaban más, no tenían un comportamiento conductual importante… pero esto ¿Qué tiene que ver con nosotros los humanos?

Este tipo de comportamiento se asemeja a la actividad humana, donde los más resilentes o relajados son menos sensibles al dolor y no generan estímulos que produzcan estrés. Por otra parte, las personas más aprensivas con miedos constantes y que siempre están alertas de todo lo que pasa, pueden generar mayor estrés y por lo tanto las consecuencias de la misma.

Cabe reconocer que el estrés es la respuesta instintiva y natural de nuestro cuerpo ante situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes; en otras palabras, el estrés es toda demanda física o psicológica fuera de lo habitual que provoca un estado ansioso en el organismo y depende directamente de la personalidad de cada individuo. Por lo que tu forma de ser afecta mucho en si te estresarás o no y tú misma forma de ser definirá si padecerás de problemas físicos causado por el estrés.

Voy a poner un ejemplo, supongamos que tienes un vecino bastante desagradable que coloca música a todo volumen en las noches. Intentas dialogar con él sin ninguna reacción positiva. Esto nos lleva a al menos 3 factores desencadenantes de estrés que son: 1) estímulos ambientales dañinos por la música, 2) percepción de amenaza por el vecino y 3) frustración al no poder solucionar el problema por la vía más cómoda.

Esto libera ciertas sustancias químicas que afectan nuestro comportamiento tales como glucocorticoides, catecolaminas, el famoso cortisol entre otros neurotransmisores. En otro vídeo explicaré más amplio el proceso químico del estrés.

Durante esta respuesta negativa del vecino nos mantenemos en una segregación constante de sustancias químicas que incrementa el consumo de fuentes de energía como la glucosa y las grasas, debido a que aumenta el gasto cardíaco y la frecuencia respiratoria lo que proporciona una mayor cantidad de sangre al cerebro y músculos; por lo tanto esto genera una contracción constante en los músculos, tal es el caso de los músculos del cuello, zona lumbar, pantorrilla entre otras regiones más.

El mantener tanta contracción involuntaria hace que la musculatura se sobre esfuerce y cause un estímulo doloroso en esa parte del cuerpo. Y es por eso que cuando te estresas, los músculos duelen, porque han estado en tanta contracción constante que sufren y provocan dolor.

Me gustaría iniciar mencionando que el estrés no es malo del todo, es lo que nos mantiene alerta y con ganas de superarnos todos los días. Es nuestra manera de intentar hacer bien las cosas.

Primero hablemos de los factores que pueden desencadenar el estrés, como son las situaciones que exigen una rápida solución, exceso de trabajo, responsabilidades familiares como el cuidado de algún familiar, espera de algún acontecimiento importante como puede ser tu boda o un examen, percepción de amenazas, aislamiento, encierro, presión social para ser o hacer algo que alomejor tu no quieres, estímulos ambientales dañinos como los ruidos y la contaminación, así como sufrir alguna alteración fisiológica ya sea por enfermedades neurodegenerativas o secuela de adicciones.

Los tipos de estrés que hablaremos en este vídeo son 4:
1) el estrés físico,
2) el estrés mental,
3) el Distress
4) y la Eustress.

1) El estrés físico no es más que el no poder desempeñarte de manera normal en la rutina diaria, ya sea por algún impedimento material en el medio ambiente o en el propio cuerpo, por ejemplo cuando cargamos cosas más pesadas de lo que nuestro cuerpo puede soportar.

2) El estrés mental es el más común y que todos conocemos. Es cuando existen diferentes exigencias para el cumplimiento de actividades. Por ejemplo: cuando nos dejan una tarea en cierto tiempo que sabemos que es difícil pero que se podrá cumplir.

3) El distress es el más peligroso de la lista y el que te genera dolor de cuerpo. Se refiere a un estrés negativo en el cual los problemas son muy grandes y la respuesta de nosotros no alcanza para resolver la actividad encomendada. Por ejemplo: cuando en el trabajo llegan problemas que nos sobre pasan y que no sabemos o encontramos una solución que incluso puede ser factor que nos corran, este tipo de estrés puede generar dolor corporal y cambios de humor desagradables para nuestro entorno familiar y social.

4) Y último el Eustress el cual es la respuesta del organismo que favorece la adaptación del factor estresante. Así es, es un estrés bueno. Este es un estrés positivo en el cual hay un estímulo para mejorar y superarnos. Por ejemplo: el preparar un viaje o una actividad que nos apasiona y que al mismo tiempo nos mantiene pendientes a que todo esté en orden, este mismo es satisfactorio porque nos causa placer hacerlo. Así mismo, el tirarse de paracaídas, bongee, parachute o las altas velocidades generan este tipo de estrés que disfrutan muchas personas.

Hablaremos principalmente del distress, el cual es el malo, el negativo y puede causar:

Taquicardia, insomnio, alteración en el apetito ya sea comer de más o comer de menos, ansiedad, fatiga, falta de concentración, rigidez muscular que normalmente es lo que genera el dolor cuando te estresas, dolor de cabeza, sensación de falta de aire, irritabilidad y pérdida del interés para socializar.

Si tienes algún síntoma de los que mencioné o tienes un familiar con este tipo de comportamiento, muy seguramente tiene un periodo de estrés tipo distress. Probablemente el tema desencadenante sea en el trabajo, algún estrés postraumático ya sea por alguna muerte, asalto o accidente, por algún tema emocional como el amor o por estados hormonales que la persona no puede controlar.

¿Pero ahora, como puedo controlar el estrés?, primero que nada debo decir que mi profesión como fisioterapeuta y maestro en medicina física y rehabilitación no me permite tratar este tipo de casos directamente, pero si puedo recomendar visitar al psicólogo para que nos pueda apoyar a encontrar una solución a este tipo de comportamientos. Y en segunda, la capacidad de resistir el estrés depende de cada personalidad, al inicio de esta lectura explicamos este tema.

Cómo prevenir y enfrentar de mejor manera todo ese estrés que nos rodea.

Para intentar explicar esto hablaremos de 4 puntos principales:

1) Nuestro cuerpo, 2) de nuestras relaciones sociales, 3) la relación en el trabajo y 4) del tiempo libre.

1) En primera instancia hablaremos de nuestro propio cuerpo, si bien es difícil tranquilizar nuestra propia mente cuando tenemos periodos fuertes de estrés, podemos prevenir el dolor físico con ejercicio e hidratación. Por lo que la primera recomendación es mantener un cuerpo ejercitado e hidratado, un cuerpo hidratado permite nivelar los niveles químicos que provocan estrés y ansiedad.

También debemos reducir la ingesta de ciertos alimentos que provocan aumento de factores estresantes como el exceso de sal, café, alcohol, tabaco y las grasas.

Dormir entre 7 a 8 horas diarias, que si bien cada cuerpo es diferentes, dormir una buena cantidad de horas siempre será significativamente positivo ante la reducción del dañino cortisol que genera altos niveles de estrés y ansiedad.

Mantener la mente ocupada siempre será de gran ayuda, principalmente cuando se aprende algo nuevo como nadar, manejar o simplemente leer un libro.

Realizar actividad física para mejorar la actividad cardiovascular. Algunas actividades recomendables son el caminar o trotar al aire libre durante más de 20 minutos todos los días. No se vale salir a caminar al mercado o con la excusa de decir que ya caminó mucho por la casa. Más bien es salir al parque y distraer la mente mientras te mueves.

2) Ahora pasemos a las relaciones sociales:

El primer consejo es reconoce la crítica y la autocrítica, para muchas personas se les hace muy difícil reconocer que no son perfectos y que pueden todo por si mismos. Que nunca hacen nada malo o que no se merecen lo malo que les pasa, sin darse cuenta que en ocasiones nosotros mismos nos ocasionamos las cosas malas que nos pasan.

Conversar, siempre es bueno. Pero ojo con lo que digo conversar no gritar ni criticar. Hablar con la esposa, el marido, los hijos o los padres siempre será positivo y de retroalimentación.

Acudir a reuniones sociales con amigos y familia.

Evita complacer a todo el mundo, aprende a decir que no. En ocasiones el estrés que tenemos es comprado o adoptado porque no podemos decir que no cada vez que nos piden ayuda. Decir que No también es muy sano y liberador.

Y recuerda siempre la tolerancia, ten en cuenta que no todos piensan como tú y que el vecino o incluso la misma pareja no coincidirá con tus objetivos o expectativas, recuerda que cada quién es diferente y lo que tu veas mal no significa que esté mal hecho.

3) Pasemos al 3er punto que es el ambiente laboral que si bien mi capacidad como fisioterapeuta me permite modificar de cierto modo un ambiente laboral para hacerlo más ergonómico, la primer recomendación es siempre hacerlo ameno de manera visual, tener fotografías de la familia, la mascota, escuchar tu música favorita e incluso hacerlo más cómodo, por ejemplo: tener una silla cómoda si estás mucho tiempo sentado o unos tenis cómodos si estás mucho tiempo de pie o caminando.

Y como 4to punto el tiempo libre, dedícalo a otra cosa que no sea embriagarte, sal con la familia, dedica tiempo a los hijos, ve al cine, canta, aprende a cocinar o simplemente ponte a jugar algo que te guste. El tiempo libre bien aprovechado mejorará demasiado la resistencia ante el estrés. El mayor enemigo del estrés, es la felicidad.